La puede deberse a diferentes situaciones, por sufrir artritis reumatoide, debido a un proceso inflamatorio tras un traumatismo, tras fracturas de húmero distal, de origen primario, o deberse a trastornos hemofílicos.
La artrosis de codo puede producir:
Una exploración física adecuada, acompañado de pruebas complementarias como una radiografía simple o una tomografía computarizada nos ayudará a conocer el estado de la articulación.
El tratamiento debe basarse en la manteniendo el mayor rango de movilidad con el mínimo dolor.
Si el dolor y la pérdida de movilidad limitan la vida del paciente entonces estaría indicada la sustitución total de la articulación con una de codo.
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